Claves de la terapia regresiva. Parte 1

La terapia de Regresiones a otras vidas es altamente terapéutica porque alcanzamos un conocimiento muy profundo sobre nosotros mismos desde un estado de consciencia amplificado.

Sin embargo, ver otras vidas no va a ser sanador o liberador por sí mismo -incluso puede ser lo contrario sin un acompañamiento adecuado- pues es necesario guiar convenientemente a la persona que está revisando esa vida, para poder ver los puntos comunes entre aquella vida y esta.

Si esto no sucede -y en el mejor de los casos-, tal vez sea una experiencia que pueda responder a una curiosidad previa, pero no va a ser terapéutica.

Lo primero que vamos a hacer al inducir a Regresión es guiar a la mente a buscar en su subconsciente las vidas relacionadas con lo que está causando incomodidad o dolor en esta, impidiendo que la mente divague y se vaya a vidas pasadas que no nos aporten lo que necesitamos ver.

Lo segundo es buscar los momentos significativos de esa vida relacionados con la actual. En esos momentos es cuando el terapeuta debe hacer los puentes entre vidas siendo éstos momentos por tanto un instante clave dentro de la Regresión, por lo que es de suma importancia en primer lugar, identificarlos adecuadamente y, en segundo lugar, crear el puente a la emoción o experiencia para la que, hasta el momento, no habíamos encontrado sentido, explicación ni solución.

Los puentes se pueden dar en diferentes momentos de la revisión de vida y siempre resultan esclarecedores. Observamos con una nueva luz los patrones, los motivos y motivaciones, las coincidencias, las similitudes… en definitiva, las causas de porqué en este momento de mi vida me siento así.

Este es un aporte inmenso dentro de un proceso terapéutico, porque cuando identifico todo esto estoy en posición de cambiarlo. Sin embargo, no es -ni mucho menos- todo lo que vamos a poder ver en una Regresión, pero de todo ello os hablo en los siguientes artículos.